“Sombras boscosas flotaban silenciosamente en la paz de la mañana desde el último peldaño de la escalera hacia el mar que él contemplaba. En la orilla y hacia lo lejos el espejo de agua se blanqueaba, agitado por apresurados pies calzados de luz. Blanco pecho del turbio mar. Los ritmos encadenados, de dos en dos. Una mano pulsando las cuerdas de arpa, fundiendo sus encadenados acordes. Palabras blancodeolas enlazadas rielando en la turbia marea.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario